principal

articulos

reportajes

informes

opinion

mapa_del_web

Ubicada (Bun. F.07 Avenc des Forasters: 477420 4396775 645 GET-CCM 00 VI Pitd) en los alrededores de la Cova de ses Dues Boques (D.02), la Cova d’en Sión (S.06) y la Cova des Degotadissos (D.03), muy cerca de la Coveta Fosca (F.04), la exploran V. Sánchez, A. García y X. Morro forzando los pasos obstruidos en la zona intermedia y alcanzando el fondo practicable a -23,5 metros de la superficie, sobre sala de 15 de ancho por 19 de largura. Donde las aguas pluviales tienden a drenar por cuatro pozas y los bajos de la rampa que reproduce el plano inclinado de la ladera de encima.

En su interior llama la atención los troncos de pinos* en su momento inicialmente utilizados para, seguramente, tratar de encontrar dentro agua potable. Para ello bajaron el primer pozo introduciendo leño debidamente talado, conservando cortadas agarraderas de las ramas. Más abajo superaron la vertical con otro grueso y largo rollizo de madera, esta vez dotándolo de aserradas muescas escalonadas. Del mismo modo utilizaron los típicos palos que, hábilmente alternos entre enfrentados recovecos de la bajada, facilitaron alcanzar los reductos terminales. Mientras el método de iluminación que emplearon se acredita apreciando el ahumado conservado en el minúsculo reducto donde apoyaron un candil o bien simple fragmento cerámico que primitivamente servía de animeta o candil, a base de un poco de agua, grasa o aceite encima y una torcía de alumbre. Porque dentro no se observaron las características marcas de tiznado, causadas por la necesidad de avivar la llama del fuego de antorchas a base de liberarlas de ceniza cada tanto, aplicando pequeño golpe sobre las paredes o el suelo.

En cualquier caso era habitual, hasta hace apenas una centuria, arrojar al interior de las verticalizadas pozas y resaltes ramas o leña encendida; para inspeccionarlas cuando se pretendía incursionarlas. De modo que los a veces pequeños abundantes carbones visibles por el suelo de estos antros obedecen a tales prácticas, cuando no son producto de incendios o periódicas quemas forestales producidas en el exterior.

 Del sentido del topónimo asignado al reducto se deduce reivindicación identitaria de, sencillamente, ser alguien externo al lugar. Forà en catalán, de fuera, alienígeno al entorno, un forastero; en modo alguno extranjero a pesar del muy laso y descuidado apunte del diccionario de la RALE.

El vocablo latino foras se refería en realidad a todo aquello existente fuera de la puerta de la ciudad y por consiguiente a la ruralía, a la foresta, al campo y así se mantiene en muchas de las conservadas lenguas de ascendencia indoeuropea, incluyendo el sánscrito, el persa, anglosajón, etc. Radical dhwer-, latín forӑs < forīs: fuera (de la puerta), occitano forestier, antes forest. Forum: espacio alrededor de la casa. Aforo: límite de capacidad en un recinto.

.Pero atribuir la procedencia catalana (el Dicc. de la RALE dixit) al concepto ‘forastero’ es lo mismo que no decir nada, pues todas las aserciones derivadas del mismo radical indoeuropeo habrían estado ya en el Íbero y el Celta hispano con sus correspondientes diferencias fonéticas prerromanas, tanto en la “Catalunya” de aquellos tiempos como en la Andalucía tartésica, casi toda España y la vieja Europa, el occidente asiático y mucho más tarde la América Latina. De ahí nuestro ‘jarisco’ (ḥ-arisco), ‘arisco’, ‘hurón’, etc. Aquel que vive o se tiene apartado de la sociedad, en sitio foráneo, asilvestrado, rústico, al margen, “fuerisco”, de puertas afuera.

Al efecto viene bien la colación sobre la Cova Forana (Cpo. F.7: pág 354 del CCM, J. A. Encinas, 2014) en cuanto cavernáculo situado en las extremidades foráneas del pueblo; aunque no sea exactamente este el caso de la Bun. F.07 sino el de su habitual vulgar connotación despectiva.
 

* Parte de estos troncos se hallan medio recubiertos de capas calcíticas. Madera acaso correspondiente a los restos de recipiente alfarero hallado en la sima y cuya datación relativa puede estimarse posterior al siglo XVI de nuestra Era.

 

  Pollença, 30 octubre de 2022

 J. A. Encinas S.

jaencinas.ccmallorca@gmail.com